La vitamina D ayuda al cuerpo a absorber el calcio. El calcio es uno de los principales componentes de los huesos. La vitamina D también juega un rol en su sistema nervioso, muscular e inmunitario.
Usted puede obtener vitamina D de tres maneras:
A través de su piel, su dieta y suplementos. Su cuerpo produce vitamina D naturalmente después de exponerse a la luz del sol. Pero demasiada exposición al sol puede ocasionar envejecimiento de la piel y cáncer de piel, por lo que muchas personas buscan obtener su vitamina D de otras fuentes.
La carencia de vitamina D puede conducir a una pérdida de densidad ósea, lo que puede llevar a sufrir osteoporosis y fracturas (huesos rotos). La deficiencia severa de la vitamina D también puede conducir a otras enfermedades. En niños, puede causar raquitismo. El raquitismo es una enfermedad rara que hace que los huesos se vuelvan blandos y se doblen. Los bebés y los niños afroamericanos corren mayor riesgo de contraer raquitismo. En adultos, la deficiencia severa de la vitamina D conduce a la osteomalacia, que causa huesos débiles, dolor en los huesos y debilidad muscular.
Los investigadores están estudiando la vitamina D por su posible vínculo con varias afecciones médicas, incluyendo diabetes, presión arterial alta, cáncer y enfermedades autoinmunes como la esclerosis múltiple. Es necesario hacer más investigación antes de que se pueda entender los efectos de la vitamina D en estas enfermedades.
Si queremos obtener vitamina D de forma natural podemos incluir estos alimentos y hábitos en nuestra vida:
Pescados grasos como el salmón, el atún y la caballa
Hígado de res
Queso
Hongos
Yema de huevo
exponerse al sol (al menos cara, manos y brazos) como mínimo una media de 15-20 minutos al día sin protección solar para garantizar una producción suficiente de vitamina D.
también tenemos la opción de tomarla suplementada en distintos formatos:
tras varios estudios de la relación existente entre el covid y la vitamina D se ha llegado a varias conclusiones.
Diferentes estudios observacionales han deducido una correlación entre personas con deficiencia de vitamina D y un empeoramiento al sufrir la enfermedad de covid 19; hay indicios de que una suplementación podría llevar a mejores pronósticos, pero aún no contamos con el suficiente respaldo científico
se ha observado que déficits de vitamina D se asocian con un mayor riesgo de sufrir diversas enfermedades infecciosas respiratorias como tuberculosis, neumonía o… la COVID-19. Esto podría deberse a que la vitamina D no solo participa en la mineralización de los huesos, sino que también está involucrada en el funcionamiento del sistema inmunitario. En cualquier caso, todavía no es concluyente que un déficit de vitamina D leve incremente el riesgo de padecer enfermedades infecciosas o que las agrave.
Hasta ahora, diferentes estudios observacionales han deducido una correlación (recordemos que no tiene por qué significar causalidad) entre personas con deficiencia de vitamina D y peores evoluciones clínicas al sufrir la COVID-19. Además, diferentes circunstancias asociadas a una menor síntesis de vitamina D como el invierno, regiones geográficas con menor radiación solar, sufrir obesidad o tener la piel negra también se han relacionado con un mayor riesgo de sufrir la COVID-19 o padecerla de forma más grave.
En noviembre de 2020, un comité conjunto formado por el NICE, el Comité de Consejo Científico en Nutrición (SACN) y de Salud Pública de Inglaterra (PHE) se mostraron de acuerdo con que un nivel bajo de vitamina D se asociaba a pronósticos más graves de COVID-19. Sin embargo, aclaraban: “No es posible confirmar la causalidad porque muchos factores de riesgo para evoluciones graves de la COVID-19 son los mismos factores de riesgo presentes por nivel bajos de vitamina D. La concentración de vitamina D en el suero cae durante una inflamación sistémica, la cual puede ocurrir durante una forma grave de COVID-19, y es difícil saber si un bajo nivel de vitamina D causa resultados clínicos pobres o viceversa”.
Varios estudios preliminares han sugerido que la suplementación con vitamina D podría llevar a mejores pronósticos de la enfermedad causada por el coronavirus, como estudios observacionales. Un pequeño ensayo clínico (76 pacientes), realizado en España, en el que se suplementaba de forma temprana con calcifediol (vitamina D3) a pacientes hospitalizados con COVID-19 observó menos ingresos en las UCIS en este grupo de pacientes, comparado con aquellos que no tomaron esta vitamina. Los autores plantean que el calcifediol podría reducir la gravedad de la COVID-19